BRASIL: ANTE LA ELECCIÓN DEL DERECHISTA BOLSONARO
La elección de Jair Bolsonaro a la Presidencia de la República en la segunda vuelta de las elecciones es, sin duda, una victoria de la ultraderecha en nuestro país, con todas las consecuencias que se puede esperar de ese hecho.
Una parte inmensa de los trabajadores de nuestro país votó en Bolsonaro, y sólo por esa razón él ganó las elecciones. Estos trabajadores, sin embargo, no votaron en él por estar de acuerdo con las ideas del capitán reformado. Votaron para dar un castigo al PT. El PT surgió del seno de nuestra clase, pero se alió a los banqueros ya los grandes empresarios para ganar las elecciones y para gobernar. Dio la espalda a los trabajadores. Se empeñó en defender los intereses de los bancos y de las grandes empresas. Se igualó a los partidos tradicionales de la burguesía, se convirtió en harina del mismo saco.
El resultado es el que está ahí: el país no ha cambiado, la vida de los trabajadores y del pueblo pobre es cada vez más insoportable y el PT todavía ha caído en el mismo lodo de la corrupción que siempre marcó la política en nuestro país. Es contra ese estado de cosas, contra este sistema representado por el PT, PSDB, MDB y otros partidos del mismo palo que votaron muchos trabajadores. Es a través del vacío dejado por la traición y por la decepción con el PT que Jair Bolsonaro logró entrar y ganar el voto de una parte de los trabajadores.
Como ya dijimos antes de la segunda vuelta, creemos que el PT merece el repudio de los trabajadores por lo que ha hecho al país y a nuestra clase. Sin embargo, también creemos que era un error la elección por el voto en Bolsonaro para castigar al PT. Bolsonaro no está en contra del sistema representado por PT, PSDB, MDB. Él es parte y, en realidad, la peor parte de ese sistema - además de atacar nuestros derechos como haría el gobierno de cualquiera de esos partidos, todavía quiere quitar nuestra libertad de organización, de lucha y de manifestación. Quiere impedir a nuestra clase luchar para defender nuestros derechos. Amenaza a nuestro país con una dictadura.
Por esa razón dijimos, también antes de la segunda vuelta, que seríamos contrarios a cualquiera de los dos gobiernos que saliera de las urnas el 28 de octubre. Reafirmamos aquí nuestra posición. Y reafirmamos también que es necesario que nuestra clase esté preparada para la lucha en defensa de sus derechos e intereses.
Sabemos que una parte importante de la clase trabajadora no cree que Bolsonaro va a atacar las libertades democráticas en nuestro país. Sin embargo, vean lo que ya está ocurriendo en los últimos días: acciones de sectores de Justicia y de policía impusieron una especie de censura en las universidades; en Ceará, un joven fue asesinado durante una carruaje del PT; lo mismo que ocurrió con el maestro de capoeira Moa del Katendê, en Bahía, al final de la primera vuelta.
En cuanto a nuestros derechos, hoy mismo, el día de la elección, el vice de Bolsonaro repitió en alto y buen tono lo que viene prometiendo el gurú financiero del presidente electo Paulo Guedes - compromiso en hacer la reforma de la Previdencia aún en el primer semestre de 2019. No vendrán de ese gobierno medidas que aseguren los derechos de los trabajadores, tampoco vendrán medidas que aseguren empleos y salarios dignos para casi la mitad de la clase trabajadora que ni siquiera tiene.
No vendrán de ese gobierno medidas que pongan fin a toda suerte de discriminación, violencia y humillación que marcan la vida de todo el pueblo pobre que vive en la periferia de los grandes centros urbanos. Por el contrario, el compromiso del presidente electo en garantizar el aumento del beneficio de los bancos y de las grandes empresas sólo puede ser cumplido con el aumento del sufrimiento del pueblo brasileño.
Sin embargo, concordando o no con las opiniones que expresamos aquí sobre lo que debe ser el gobierno Bolsonaro, todos los trabajadores y trabajadoras - independientemente del candidato que cada uno eligió para votar - aprecian por sus derechos y quieren mantenerlos. Sabemos que el pueblo pobre de la periferia - independientemente del candidato en que cada uno votó - quiere poner un fin en el martirio que les es impuesto por el sistema en que vivimos, por el capitalismo.
Aquí está la cuestión más importante que el PSTU quiere tratar con todos y todas en esta nota: incluso los que no concuerdan con nuestra opinión sobre lo que será el gobierno Bolsonaro saben que no se puede dar cheque en blanco para ningún gobierno. Necesitamos estar preparados para defender nuestros derechos e intereses que están amenazados.
El resultado de las elecciones no quita a nuestra clase la condición de luchar. Nuestra clase no está derrotada. Ella puede enfrentarse y puede derrotar cualquier ataque a sus derechos, siempre y cuando esté unida y organizada para la lucha.
Un frente único para unir los de abajo para defender nuestros derechos
Queremos hacer un llamado a todos los trabajadores y trabajadoras, al pueblo pobre que vive en la periferia de los grandes centros urbanos, a los sindicatos, a las centrales sindicales, a los movimientos populares - independientemente del candidato en que cada uno votó y de su opinión política o partidista - a unirse a la lucha en defensa de los derechos y de los intereses de nuestra clase.
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