SAGASTI: DESPUES DE SUS BALAS ASESINAS, IMPONE LA LEY QUE REPUDIAN LOS AGRARIOS
El
periodista Iván Orbegozo del diario
la Industria de Trujillo, captó el preciso momento en el que el policía Víctor Bueno Alva ejecuta el disparo
que produce la muerte del menor de 16 años en la brutal represión desatada ayer
contra los manifestantes en Chao y Virú.
El
periodista detalla en entrevista que le realizó RPP cómo alcanzó a tomar la
foto en medio del ataque policial, y no deja absolutamente ninguna duda sobre
el hecho que produjo la muerte del menor, uno de los tres fallecidos en el
lugar.
Incluso
dice que se percató cómo los demás policías protegían con sus escudos al
asesino, dejando en evidencia que se trataba de una acción colectiva que tenía
el objetivo de disuadir a los manifestantes.
Tan
categórico son estas pruebas que dejan completamente claro una responsabilidad
que siempre se oculta, no solo para lavarle la cara a la PNP sino para ocultar
las órdenes del mismo gobierno dado que ellos no actúan por su cuenta.
Los
hechos terminaron desenmascarando a Sagasti que intentando lavarse las manos
horas antes había declarado que “investigarían los hechos” porque –dice— había
dado órdenes de “no disparar”, luego de lo cual quedó mudo.
Ahora,
para salvarle el pellejo, el ministro del Interior, luego también que el mismo
se lavara las manos, se carga los muertos encima asumiendo responsabilidad por los
hechos, al mismo tiempo que señala responsabilidad en el jefe del operativo y
en el policía asesino. Este último ha sido detenido. Pero le espera un proceso en
el fuero policial donde todo se arregla como en casa.
Pero
esto no es todo. Se ha denunciado también que los policías enviados al lugar
pertenecen a la DIROES, que es un cuerpo especializado y premunido de armas de
guerra para combatir a la alta criminalidad. El congresista Lenin Bazán,
presente en el lugar, ha recogido casquillos de armas de alto poder que prueban
esa denuncia. Precisamente con una de esas armas se disparó la bala que
atravesó el cuerpo del obrero Reynaldo
Reyes Ulloa (27) matándolo al instante, convirtiéndolo en la segunda
víctima del sangriento episodio de ayer.
Para
colmo, Sagasti ha promulgado la ley agraria, como una afrenta a los manifestantes
alzados contra ella, con el pretexto de que “fue aprobado por el Congreso”,
cuando podía haberla observado escuchando los reclamos, tal como ha observado
una serie de proyectos aprobados por el Parlamento.
Así,
con balas e imposición Sagasti quiere imponer la resolución del conflicto. Y en
su orfandad, convoca al fantasmal “Acuerdo Nacional” y llama a un falso “diálogo”,
cuando no hay nada que dialogar luego que se impuso una norma no solo rechazada
sino que está manchada de sangre de trabajadores.
La
lucha en Chao y Virú continúa y el bloqueo es total. La indignación por la
sangre derramada está a flor de piel y nadie muestra voluntad de aceptar esta
imposición del Gobierno, más luego de las muertes producidas porque sería
traicionar a los que murieron así como a las decenas de heridos.
Incluso
la lucha puede extenderse si los agrarios de Ica resuelven sumarse, pues ellos
también muestran indignación ante estos hechos.
Lo
único que va a resolver el conflicto es que se resuelva la demanda central de
los trabajadores agrarios que exigen un salario mínimo de 70 soles, además de
sus otros derechos de ley. Con esta demanda debemos estar toda la clase
trabajadora y sumando a ella nuestras banderas salir a darle apoyo.
Fuera
Sagasti asesino
Abajo
la “nueva” ley agraria
Paro
Nacional Unitario y Combativo, ya
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