PROYECTO DE LEY DE PENSIONES: OTRO ENGAÑO DE VIZCARRA
El Gobierno anunció un proyecto de ley de reforma de
pensiones. El proyecto es otro engaño de Vizcarra: a cambio de entregar más migajas a los pobres sigue
empeñado en proteger los intereses de los grandes ricos.
La crisis ha empujado a la pobreza a más de 10 millones de trabajadores y hundido en la peor miseria a 3 millones de adultos mayores que, con pensiones o sin pensiones, son los más vulnerables ante la pandemia del Covid 19.
Una movilización de afiliados a la ONP planteó la
devolución de aportes (como se hizo con las AFPs) y obligó al Congreso a
aprobar una ley que dispone la devolución de una parte de ellos. Ahora el
Gobierno pretende sacarle la vuelta con otra propuesta presuntamente más justa.
Alrededor de la ley aprobada por el Congreso se desató
el mayor de los escándalos; se dijo, que “perfora” el presupuesto,
cuando su costo apenas representa menos de la mitad de lo que Vizcarra entregó alegremente
a los empresarios mediante Reactiva Perú.
Para los serviles del capital, cuando se entrega miserias a los más necesitados
se “perfora el presupuesto”, pero no sucede lo mismo cuando se entrega toneladas
de dinero a los empresarios.
El proyecto del Congreso es limitado, pero hace algo
de justicia con los que entregaron parte de su salario a la ONP. Pero el proyecto
del Gobierno no es más justo: plantea el pago de una “pensión” de 250 soles a los
mayores de 65 años que aportaron un mínimo de 10 años, y de 350 soles a los que
aportaron hasta 19 años. No puede llamarse “pensión” a un monto que es un
tercio de la remuneración mínima vital, la que además está entre las más
reducidas de América Latina y que no alcanza para sobrevivir.
Pero, además, ¿por qué solo los que aportaron mínimo
10 años? Claro, es correcto dejar de robarles a los que aportaron y no llegan
al mínimo de 20 años exigido. Pero lo mismo sucede con los que no llegan a los
10 si se aprueba el proyecto de Vizcarra. Lo más importante no es haber
aportado 20, 10 o 5, porque este debate suena mezquino ante otra realidad más grande que nadie quiere ver: gran parte de la clase trabajadora que trabajó durante toda su vida de manera “informal”, porque somos un país de “informales”, no es considerado para ninguna clase de pensión. Estamos hablando de al menos 2 millones de adultos mayores.
¿Qué son, los trabajos que realizan trabajadores
de oficio, campesinos pobres, ambulante y las mismas amas de casas? Todos ellos
produjeron valor y realizaron una actividad útil en su vida, aun cuando no
fueron o no son registrados ni menos reconocidos por el Estado. El valor de estos trabajos son complementarios al trabajo obrero, y es el trabajo en su conjunto lo que permite la acumulación de capital,
es decir que unos cuantos se enriquezcan.
Por supuesto, exigir como mínimo un aporte de 20 años
para acogerse a una pensión, e incluso 10, es un robo descarado; pero no debe dejarnos
de ver la realidad de negarles pensión a la gran mayoría de mayores que
trabajaron toda su vida y que viven y mueren en la espantosa pobreza, peor
ahora con el Covid 19. El proyecto de Vizcarra pretende entregar una bicoca a
700 mil a nuevos “pensionistas”, para los pocos años de vida que les queda. Pero
los mayores de 65 años ¡son más de 3 millones y en su mayoría están en la pobreza extrema!
Que nadie se llame a engaño: la única y verdadera
justicia es entregarle una pensión a
todos los mayores de 65 años, hayan aportado o no, equivalente, al menos, a una
remuneración mínima. Su financiamiento debe salir de un impuesto a los
ricos, pues son ellos los que se beneficiaron del trabajo de nuestros padres y
abuelos. Con esta bandera, desde este espacio, declaramos que no apoyamos ni la ley del Congreso ni el
proyecto de Vizcarra, que a cuenta de bicocas se desentienden de la
situación que viven nuestros adultos mayores.
Está demás decir que esta demanda no lo va a lograr el
Frente Amplio, cuyo juego se acaba en el Parlamento y en los conciliábulos con
la burguesía. No lo va a lograr la cúpula de la CGTP, observadores imperturbables
de la tragedia que sufrimos trabajadores y pobres. Lo vamos a lograr en las
calles.
Al Frente de Aportantes ONP. A la Federación de
Jubilados. A toda la clase trabajadora y población pobre, les decimos: hay
organizarnos para salir a las calles a rechazar la farsa del Congreso y
Vizcarra sobre la ONP, y no parar hasta conquistar una pensión para todos los
mayores de 65 años equivalente al salario mínimo, a cargo de los bolsillos de
la CONFIEP.
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