EL OTRO VIRUS QUE NO MATA PERO ROBA: LAS AFP
La actual
emergencia ha puesto nuevamente a luz el escandaloso robo que representan las
AFP y a quienes las defienden.
La dictadura
de Fujimori impuso y obligó a los trabajadores a afiliarnos masivamente a las
AFP con el cuento de una jubilación decente, y ahora éstas se revelan no solo como
una estafa que enriquece a un puñado de capitalistas, sino además como un robo porque
poseyendo nuestro dinero estamos prohibidos de disponer de ella incluso en
situaciones de emergencia como la que vivimos estos días.
Cuando desde el Congreso se plantea la liberación solo del
25% de lo que es nuestra plata, incluso con una serie de condicionantes que
limitan su alcance, desde Vizcarra hasta el último “comentarista” de la prensa anuncian
poco más que un fin del mundo peor que la pandemia.
Así, vemos cómo fujimoristas y antifujimoristas, caviares y
anticaviares, liberales y supuestos progres incluidos disfrazados de “izquierda”, cierran
filas en contra de la clase trabajadora para defender con diferentes tonos los
intereses de las AFP.
Y lo hacen con argumentos absolutamente mendaces. Dicen,
preocupados, que defienden nuestra jubilación del “futuro”, al mismo tiempo que
anuncian por enésima vez que el sistema será reformado.
Pero en esta hora ¿quién se preocupa de la jubilación del
futuro cuando hoy la sombra del hambre, la epidemia y de la muerte asolan a
nuestros hogares? Ese dinero, nuestro
dinero, lo necesitamos ahora. ¿Y de qué reforma nos hablan ahora si lo que
es una maquinaria de robo no puede reformarse?
Señores, se trata de NUESTRO dinero y los ahorros sirven para
las emergencias. Ustedes que se llenan la boca de libertad y liberalismo por
qué no permiten que tengamos la libertad de disponer de nuestro dinero. Su “liberalismo”,
en realidad, solo defiende la libertad del capital, no solo para explotarnos
sino hasta para robarnos nuestros propios ahorros.
Los trabajadores exigimos nuestro derecho a la libre
disponibilidad de nuestro dinero, ahora.
Y en cuanto a las jubilaciones, tanto el sistema de AFP como
el de ONP muestran que no garantizan
ninguna jubilación digna, además que ésta no llega al 70% de trabajadores
que en forma discriminatoria se encuentran en el régimen de “independientes”. Las
AFP deben ser nacionalizadas por decreto, como hace años ya se hizo en
Argentina. La jubilación debe ser universal, como sucede en Argentina, Bolivia y
muchos países, y debe ser equivalente a un salario mínimo.
Que estas demandas no caerán del cielo ya lo sabemos. Nada nos
han regalado. La salida es la rebelión unida de todos los trabajadores y el
pueblo. Vamos a luchar para vencer al Covid 19 y la crisis económica. Vamos a
luchar por nuestra salud, nuestra vida y nuestros derechos, y para que sean los capitalistas y multimillonarios
los que paguen los costos de la crisis.
Comentarios
Publicar un comentario