CORONAVIRUS EN LAS FÁBRICAS

¿No les basta explotarnos, ahora desean que entreguemos nuestra salud y vida en aras de sus ganancias?
Si la pandemia sigue creciendo debe hacerlo también en los sectores que están en “contacto social”: médicos y policías, obreros de fábricas y empleados de comercio que siguen operando por ser indispensables. Por eso no es casual que ya hayan infectados en Tottus, Molitalia, Backus, Inca Kola, y ahora parece en San Miguel Pet, Alicorp y no se conoce cuántas empresas más.

Que la pandemia siga creciendo a la escala que lo viene haciendo es por la ineficiente gestión del gobierno que no ha comprado pruebas moleculares suficientes para hacer diagnósticos masivos que permitan focalizar y seguir al virus. Cuando se detecta un infectado en el lugar de trabajo, debería aislarse a todos los que trabajan en el área y a los familiares, hacerles las pruebas y actuar sobre los resultados; es la única forma de controlar al virus y que trae resultados como lo muestran los países que lo están haciendo. Pero aquí no se hace. ¿Por qué? Porque no hay suficientes pruebas de ese tipo. Éstas solo se realizan a los que muestran síntomas avanzados, y con excepciones como la del Congreso donde, ante el caso de la congresista infectada se procedió a hacerles la prueba a todos.

Para peor, las propias empresas hacen poco para evitar la propagación del contagio: distanciamiento recomendado en todas las áreas, limpieza, control de temperatura, equipamiento de salubridad e higiene, etc. Guardan con un secretismo a prueba de balas cuando se presentan casos sospechosos y de contagio. Y cuando lo deben reconocer solo esperan que actúen los organismos de salud. Las empresas mencionadas tienen enormes recursos para equiparse y contratar personal especializado que les permita prevenir el contagio de los trabajadores, pero no lo hacen; son tacaños hasta para cuidar a la fuerza que mueve sus negocios.

Así, por estas actitudes de empresas y gobierno cada día se viene exponiendo más a los trabajadores a contraer la infección, y lamentablemente va a ir en aumento porque la curva de infección al parecer va a seguir creciendo entre 2 a 4 semanas más.

Si a esto le sumamos el estrés por las condiciones en que deben continuar trabajando y los horarios extenuantes que deben cumplir debido al toque de queda (en Alicorp se ha establecido una jornada de 16 hrs.), la vulnerabilidad de los trabajadores está siendo colocada en el límite.
Ante esto algunos sindicatos están actuando, pero muchas veces no es suficiente porque el virus se propaga más cada día y debemos extremar las medidas. Los sindicatos, y ahí donde no actúan o no existen, los propios trabajadores autoorganizados, deben tomar en sus manos la problemática: vigilancia rigurosa, exigencia y hasta parar la producción cuando sea necesario. ¡Actuemos compañeros y compañeras! Es suficiente que nos exploten, pero no le regalemos nuestras vidas y nuestra salud en aras de sus ganancias.