¿TAMBIÉN SE LUCHA "CON EL VOTO”?
7 preguntas a Jack Reyes, dirigente del Sindicato Celima, sobre las próximas elecciones
En algunas
semanas se realizarán las elecciones e iremos a votar. Aunque la campaña pasa
desapercibida y la incertidumbre como la desconfianza sigue siendo abrumador
entre los trabajadores, algunos candidatos de “izquierda”, como parte de su
campaña, vienen diciendo que “también se lucha con el voto”, como parte de una
serie de afirmaciones que siembran o afirman ilusiones en esas elecciones.
Con
independencia de nuestras simpatías, o de las simpatías y el voto que depositemos
los trabajadores, y para dilucidar estos temas que hacen a una mejor comprensión
política de las elecciones, hablamos con Jack Reyes, reconocido dirigente del
sindicato de Celima.
1. Para empezar, ¿qué son las
elecciones, o cómo lo ve un luchador obrero?
Las
elecciones son una institución de la burguesía, es parte de la agenda de la
CONFIEP, y se dan en su terreno y con sus reglas. No puede ser de otro modo
porque de esa manera ellos se garantizan el funcionamiento de sus negocios y la
explotación de la clase obrera. Dicho de otra manera: ellos jamás convocarían a
una elección que les haría perder sus privilegios. Por eso el Congreso que saldrá
de estas elecciones, en esencia, va a mantener la continuidad del actual orden
de cosas explotador y opresivo de los obreros y de las mayorías pobres.
Para no ir
muy lejos solo recordemos el Referéndum realizado el año pasado: millones
fueron a votar con expectativas pero no hubo solución a nada, solo Vizcarra
alzó su popularidad y avanzó en la aplicación de la agenda de la CONFIEP.
2. ¿Por qué entonces Vizcarra disolvió
el Congreso y convocó a estas elecciones?
Vizcarra disuelve
el Congreso para salvarse él mismo como guardián de los intereses de la CONFIEP.
Cuando crecía la lucha por el “que se vayan todos” él dijo se van ellos y me
quedo yo, más empoderado, para servir mejor a la CONFIEP. Y en cierta medida lo
logró. ¿Qué significa que Vizcarra ahora se ufane, como hizo en CADE, diciendo
que “gracias a que disolvió el Congreso aquí no ha ocurrido lo de Chile”? Que
ha detenido un chilenazo en el Perú gracias a que logró engañarnos con la
disolución del Congreso y convocando a nuevas elecciones, podríamos estar
mejor. Y después dirá: con las elecciones del 2021, en cuya carrera ya están
prácticamente todos.
Esto va a
ser siempre así porque nuestros enemigos de clase hacen política. Lo malo es
que desde sectores de izquierda se reforzó esa misma idea cuando salieron a respaldar
la decisión de Vizcarra y cuando decidieron participar con entusiasmo en sus
elecciones, incluso planteando que el nuevo Congreso puede llegar a ser
Constituyente y aprobar grandes reformas en beneficio de los trabajadores, todo
dirigido a crear falsas ilusiones para no luchar, mientras Vizcarra y la
CONFIEP nos sigue atacando.
3. ¿Entonces, no hay que participar?
Participar
es otra cosa. En la medida que la clase obrera va a votar y tiene ilusiones en las
elecciones o ciertos candidatos, hay que participar. Pero participar no para
afianzar el plan de la CONFIEP sino para continuar la lucha contra él, no para
encubrir a Vizcarra sino para señalarlo como el gran responsable de todo lo que
ocurre en el país, incluido la corrupción de la que él es parte, no para dejar
la calle y dedicarnos a hacer campaña electoral sino para usar la tribuna
electoral al servicio de la lucha y los que luchan, no para sembrar ilusiones
en el nuevo Congreso sino para reforzar la confianza de los trabajadores en sus
propias organizaciones y en sus propias luchas.
Como lo
demuestra Chile: con 60 días de lucha firme e infatigable, la clase obrera y el
pueblo de Chile ha arrancado conquistas que no le dieron 30 años de “democracia”,
y aun con gobiernos llamados de “izquierda”.
4. ¿Y por qué una buena representación
de la izquierda en dicho Congreso no puede traernos soluciones? ¿Por qué no
tener esta esperanza?
La esperanza
no da de comer a nuestros hijos. La esperanza es eso, una ilusión, en este
caso, una ilusión falsa, porque no habrá esa gran representación de la
izquierda que se espera. La izquierda entendida como los partidos que se
reclaman de una opción socialista, son ínfima minoría y están mimetizados
dentro del Frente Amplio y de JP. Una gran representación de la izquierda solo
puede aparecer como producto de la lucha y del avance de la conciencia de la
clase trabajadora, y no al revés. Las enormes luchas de los años 70 y 80,
produjo grandes partidos de izquierda y una numerosa representación en el
parlamento, y eso no existe hoy.
Ahora, el
discurso o la idea de que “una gran representación” podría resolver nuestros
problemas sí responde, en concreto, a un fin, que es capturar el voto obrero
vendiéndole una ilusión. Es parte del método electoral burgués donde los
candidatos ofrecen cualquier cosa, y sabiendo que no van a poder hacerlo, con
tal de ser elegidos.
5. ¿Entonces, qué tendrían que decir, o
qué dirías tú, por ejemplo, si fueras candidato? ¿No ofrecerías nada?
Yo diría:
compañeros, compañeras, ninguna ilusión en que el nuevo Congreso resolverá
nuestros problemas, ninguna ilusión en los candidatos, confiar solo en nuestras
propias fuerzas, en nuestra lucha unida, organizada y consecuente para
conquistar nuestras reivindicaciones. Esto es: en lugar de ofrecer y ofrecer
para adormecerlos, utilizaría esa tribuna para agitar y llamar a hacer lo que
están haciendo nuestros hermanos chilenos.
Y esto que
digo no es nuevo: responde a una larga tradición, a lo que siempre hicieron los
obreros socialistas cuando participaron en las elecciones burguesas.
6. Algunos candidatos dicen en su
campaña “con el voto también se lucha”. ¿Es esto cierto?
¿Cómo que
“también se lucha”? La única lucha que realizamos los obreros es la que hacemos
en la fábrica y en la calle con nuestras organizaciones. Con ese mensaje se
está igualando nuestra lucha concreta con el voto dentro de una institución
burguesa como son las elecciones. En otras palabras: se nos está diciendo que
así como con una huelga podemos ganar nuestras aspiraciones, con el voto
también lo podemos hacer, lo que, como ya explicamos, es una mentira.
7. ¿Esto supone que nos vas a votar por
nadie en estas elecciones?
Esto es otra
cosa. En el voto acompañaremos a los luchadores obreros en sus mejores
expectativas, pero no sus ilusiones ni los discursos de los candidatos, ni sus
programas, respecto a los cuales soy crítico desde una opción obrera y
socialista, y un convencido de que lo más importante para la clase obrera es
nuestra organización y movilización para la conquista de las reivindicaciones y
para acabar algún día con la explotación y opresión.
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