MAS CIRCO “ANTICORRUPCIÓN” MIENTRAS SIGUEN LOS DESPIDOS MASIVOS




Gobierno patronal aumenta ataques contra la clase obrera 

Redacción de Red Obrera

Mientras el circo “anticorrupción” distrae a las mayorías y es el deleite de las clases medias, los trabajadores que constituyen la mayor fuerza productiva del país siguen sufriendo despidos masivos e innumerables abusos de la patronal, con el pretexto de la “productividad”. Solo estos días son arrojados a la calle 250 obreros y obreras de la Municipalidad de Miraflores, mientras en Topy Top se ensañan contra los dirigentes y trabajadores que acataron el Paro Textil del 22 de enero.

El circo se ha renovado ahora con la firma del acuerdo con Odebrecht y las declaraciones de sus funcionarios en Brasil que trae novedades contra el investigado Alan García. Ayer fue Keiko y hoy es García, los políticos más  odiados contra quienes se enfilan la batería “anticorrupción” y es la comidilla de los medios. Como en el antiguo Coliseo romano que a cambio de empoderar a un dictador corrupto se montaban espectáculos de sangre y muerte para deleite de los plebeyos, aquí se nos ofrece la cabeza y pellejo de los políticos que repudiamos al precio de empoderar más al gobierno y su política antiobrera.

Por supuesto nadie desde este sector va a defender a esos políticos nefastos. Al contrario: exigimos y exigiremos dureza contra ellos. Lo que no vamos a hacer es apoyar al gobierno como hacen muchos, especialmente desde la izquierda y la cúpula de la CGTP, prestándose al juego de Vizcarra y su entorno de poder.

A todas luces estamos ante un enfrentamiento de dos sectores burgueses, uno que está en el gobierno y el otro en la “oposición”. Pero el hecho de que uno de ellos sea el “peor” de ninguna manera justifica que se endiose al otro, ocultando el hecho de que es igual de corrupto, como los aliados que protege (PPK, Toledo, Villarán, Humala, el “Club de la Construcción”). Lo peor es que al contribuir con ese cuento desde la tribuna de la CGTP, se ha venido infundiendo confusión a la clase trabajadora sobre el verdadero enemigo que enfrenta, desarmando sus luchas.

Si alguien pensó que Vizcarra era “honesto” y que verdaderamente estaba en una cruzada contra la corrupción, hoy al menos debe abrigar dudas después que se reveló que fue socio de Odebrecht y que recibió plata del “Club de la Construcción” para su campaña, Club al que después favoreció con la entrega de obras millonarias cuando fue ministro; esto, para no hablar de Kuntur Wasi y otros tantos casos cuya investigación está vedadas por el gobierno y su influencia sobre el Congreso, la Fiscalía y la prensa.

Odebrecht: de villano a héroe
Pero si hablamos de corrupción, el más visible y escandaloso es el caso de la misma Odebrecht. El responsable de la corrupción Lava Jato es Odebrecht, pero nadie, ni fiscales ni el gobierno, lo han tocado con el pétalo de una rosa. Al contrario, han suscrito un acuerdo con él que lo deja absolutamente impune, y todavía con derecho a seguir realizando negocios en el país, todo a cambio del pago de una mísera “reparación” y por la entrega de información de algunos pocos actos de corrupción. Obviamente, ésta información será de los opositores al gobierno (como García) y no las que comprometan a él y sus amigos; información, además, que será dosificada ya que la empresa no enterrará a quienes le sirvieron y que más adelante le seguirán sirviéndoles pues continuará haciendo negocios en el país. Así, la verdad es que se combate a un sector corrupto pero al precio de blanquear y proteger a otros más grandes que aquellos, incluido Vizcarra y a PPK, y al precio de beneficiar al mayor de todos ellos: Odebrecht.

Sin embargo, desde la propia izquierda y desde la CGTP, se sigue confundiendo a la clase obrera con esta farsa que viste a Vizcarra como el paladín de la lucha “contra la corrupción”.

El gobierno es patronal

Sin embargo, esto no es lo más esencial. Lo más esencial es que este plan de vestir a Vizcarra como el paladín de la lucha contra la corrupción fue puesto al servicio de fortalecer al gobierno para que continúe aplicando el plan económico que sume en el atraso al país y en la pobreza a los trabajadores, y que hoy significa nuevos ajustes, como el DS 345, al servicio de reactivar los negocios capitalistas. 
Al final de cuentas por arriba cualquiera puede sacarse los ojos, lo que importa a la patronal es que el gobierno le garantice la continuidad de sus negocios y la aplicación de las medidas que necesita; por ello lo apoya, y ahora felicitándolo por su alta aprobación, le exige ponga el pie en el acelerador. Para la CONFIEP no es suficiente que se ataque y despida a los maestros, que no se acepte la Negociación Colectiva en el sector público, que se apruebe el DS 345, que se recorte el gasto público mientras se abandona el Norte y ahora al Sur ante los desastres, que la anemia siga haciendo estragos en la mayoría pobre del país. Hechos que en las fábricas se traducen en despidos masivos, declaración de ceses colectivos e innumerables abusos. No. La patronal está más empoderada que nunca y piden más.  Este es el resultado de la política de apoyo a Vizcarra desde un gran sector de la izquierda y de la Central.

¿Se le acaba la fiesta al gobierno?

Sin embargo la fiesta estaría por acabarse.  La “lucha anticorrupción” por limitada tiende a agotarse y a poner en evidencia la lentitud como avanzan los otros casos, o como se intenta ocultar otros (el caso Vizcarra, el “Club de la Construcción”, el de Villarán, Humala, Toledo, PPK, y cómo se pasa de villano a héroe a Odebrecht), aunque cada día aparecen más indicios unos más graves que otros y los hechos empiezan a hablar mostrando que la gran corrupción en el país sigue disfrutando de buena salud. Al desinflarse la farsa “anticorrupción” y revelarse que el gobierno mismo es parte del monstruo, quedará más en evidencia la verdadera política patronal del gobierno, que es la única que avanza con el ajuste y los ataques patronales. Un indicio de esta situación puede ser el inicio de la caída en la aprobación del gobierno.

La propia clase trabajadora con numerosos problemas laborales pero que hasta ayer entendía como problemas sectoriales, empieza a ver que “sus” problemas no son aislados sino que son parte de una política general en la que se dan la mano la patronal y el gobierno. No es casual que los primeros en comprenderlo hayan sido los sectores que enfrentan conflictos y que realizando esfuerzos por centralizar sus peleas dieron las primeras y más importantes respuestas al gobierno y Decreto 345.

El debate en la AND de la CGTP

Toda esta realidad y sus debates se han visto reflejados en los organismos de los trabajadores. En la AND de la CGTP del viernes 15 se produjo un debate entre varios dirigentes de base (entre ellos del Sindicato Celima) con la dirigencia de la central sobre el carácter del gobierno de Vizcarra. Desde estas posiciones de base se criticó a la Central por brindar apoyo, de hecho, al gobierno, con el pretexto de que lidera la lucha contra la corrupción, política que la ha llevado a dar la espalda a las luchas y a debilitar la pelea contra el DS 345. Asimismo, desde esos sectores se ha sustentado que la lucha anticorrupción para que sea consecuente y llegue hasta el fin debe ser asumida por la clase obrera, junto a la lucha contra la política económica y social del gobierno dictadas por la CONFIEP. 

Así, en contraposición a la política de la Central en favor de una Asamblea Constituyente que sería convocada por Vizcarra y que solo lo puede beneficiar a él y a la patronal, esos sectores plantearon definir como enemigo al gobierno de Vizcarra y a luchar hasta su derrota, y en ese proceso poner en pie una salida de los trabajadores.

Un debate verdaderamente aleccionador cuyos ecos llegaron a la “Asamblea de los Pueblos” llevada al día siguiente. Esta “Asamblea”, a donde casi no concurrieron delegados obrero elegidos en las bases y que fue copado por militantes de las diferentes organizaciones de izquierda que construyen un proyecto electoral, solo sirvió para convalidar lo mismo, pues en sus debates y acuerdos no hubo ninguna mención contra el gobierno y su política. No obstante, el dirigente de la CGTP que encabezó ambas reuniones, intentó disfrazar su política declarando como quien saluda a la bandera:  “Vizcarra como traidor y enemigo de los trabajadores”.  

Así, salvo el proyecto electoral que se monta desde esos espacios, todo lo acordado sobre la Jornada Nacional de lucha para el 3 de abril y el Paro Nacional que pondrán en consulta, pierden fuerza al no orientar claramente los objetivos de la movilización y la lucha de los trabajadores. ¿Se va a salir a luchar contra el gobierno y sus medidas antilaborales hasta derrotarlas? ¿O se va a salir a protestar contra parte de su política (laboral) mientras se le da respaldo a su lucha “anticorrupción”?
No está demás alertar que esta postura de la mayoría de la izquierda y de la Central le deja el espacio de oposición a sectores de derecha que se apropian de un discurso de lucha contra la corrupción de todos buscando vertebrar una alternativa electoral que les permita reeditar la experiencia de los derechistas Bolsonaro en Brasil y Macri en Argentina, para con la vestimenta de “honestos” llegar al gobierno para retomar el ataque contra la clase trabajadora.

Tareas de los luchadores obreros
Los nuevos hechos confirman que la clase obrera tiene la oportunidad de hacer suya la lucha contra la corrupción y colocarse al frente de la lucha contra el gobierno y su política hasta derrotarlos, y derrotar su Decreto 345. Pero los hechos confirman que la política de las direcciones es un bloqueo que le hace el juego al gobierno. Esta tarea sigue en manos de los luchadores obreros que mientras pelean contra sus patronales y hacen esfuerzos por unificar sus luchas, deben seguir haciendo esfuerzos por impulsar la respuesta obrera al gobierno. En ese proceso hay que continuar este debate democrático y esclarecedor, alimentando la construcción de un verdadero proyecto clasista y consecuente de los trabajadores.

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