¡Y SALIO LA CLASE OBRERA!
El 15 de enero las calles se inundaron de obreros y obreras indignados contra el gobierno de Vizcarra y su "reforma laboral"
Escribe: Redacción de Red Obrera
Masiva y
contundentemente salió la clase obrera el día de ayer en repudio al gobierno
Vizcarra y su pretendida reforma laboral.
Una
gigantesca marcha de obreros y obreras de distintas bases con sus banderolas, copamos
de hecho las calles de Lima y marchamos hasta el cansancio gritando “Vizcarra y
Congreso la misma porquería”, expresando así nuestra profunda indignación ante
la aprobación del DS con el que el gobierno pretende suprimir nuestra estabilidad
laboral, recortar vacaciones, gratificaciones y otros derechos ganados con
nuestra lucha. Lo mismo ocurrió en distintas regiones del interior.
La
contundencia fue puesta por la presencia de la base obrera. De Molitalia llegaron casi todos los trabajadores de sus
plantas de Venezuela y Los Olivos, y con sus dirigentes pasando lista en mano.
El SITOBUR, distinguido por el color naranja de sus uniformes de faena, se hizo
presente con toda la fuerza con la que vienen luchando por su incorporación a
planilla. Los obreros y obreras municipales de otros distritos, expresaron en su
desplazamiento caótico y desorganizado la masividad de su presencia. Incluso la
Federación Minera se hizo presente con delegaciones venidas del interior.
Luego de
encasillarnos con centenas de policías a lo largo de toda la marcha, mostrando
la eficacia que no muestran en el combate a la delincuencia, la gendarmería de
Vizcarra montó una provocación al final deteniendo a varios activistas y
reprimiendo a otros tantos causando varios heridos.
A partir de
este hecho se desarrolló una intensa actividad en las bases. Un grupo de
dirigentes, ese puñado de duros y curtidos en la refriega diaria contra los
ataques de la patronal (Sitobur, Hilandera, Celima, Molitalia, Cogorno, entre
otros), promovieron un primer y exitoso plantón en las puertas del Ministerio
de Economía, y luego ante la convocatoria del 15 sacaron volantes, organizaron asambleas,
hicieron puertas de fábrica. Otros como el Sindicato Molitalia organizaron charlas
de concientización sobre cómo con dicha reforma, en verdad, buscan desaparecer nuestros
sindicatos. El mismo día 15 desde tempranas horas, unos organizaron plantones (como
en Celima), otros se dirigieron al Cementerio de Vitarte a rendir homenaje a
los líderes que hace 100 años hicieron posible la conquista de las 8 horas. Por
la tarde, esos mismos dirigentes se apostaron en las puertas de las fábricas, y
cargando bombos, banderines y chicharras, subieron en buses y autos a sus
compañeros y compañeras para llevarlos a la concentración. Y durante la marcha,
mantuvieron organizados y disciplinados a sus cros., y algunos terminaron la
jornada con asambleas en la Plaza San Martín.
De este
modo, la gran jornada de ayer fue un
logro de estos corajudos dirigentes y activistas que realmente se encuentran
al frente de las actuales luchas obreras contra los ceses colectivos, los
cierres y otras demandas. Son pocos,
pero son. Al final, en medio del cansancio, ellos expresaban en sus rostros alegría.
Alegría por la tarea cumplida, ¡y con creces!
Pero la
satisfacción no solo era por la tarea cumplida sino porque en el fondo la
jornada había sido una medición de fuerzas. Que la marcha haya sido masiva y
contundente le da confianza y conciencia de su fuerza a la clase obrera. Somos una
fuerza de 13 millones pero los patrones hacen lo que se les canta con nosotros
y nuestros derechos porque estamos casi dormidos, y eso nos hace sentir
disminuidos. Solo adquirimos confianza cuando medimos fuerza. Y la jornada de
ayer sirvió para eso: para ver que realmente somos fuertes.
De esta gran
jornada, por supuesto, no han informado casi nada los medios de comunicación. Es
completamente claro que ellos tienen su propia agenda y sus propios intereses
en la actual crisis, por ello manejan la información conforme a ello. El hecho es
que nosotros los trabajadores vimos y vivimos una experiencia que ahora mismo
está siendo llevada de vuelta a las fábricas y los barrios por miles de
trabajadores, donde la comprensión de que nuestro enemigo es el gobierno empieza
a hacerse más firme y extendida. Digan lo que digan las encuestas, luego del 15
ya nada será lo mismo en la actitud de la clase obrera y en el movimiento popular
que comenzarán a actuar con su propia agenda y demandas.
Y ahora ¿qué viene?
Esto es clave
porque hay que preguntarse ¿qué sucederá ahora? Más concretamente: Vizcarra,
viendo la magnitud de la marcha, retrocederá? Opinamos que NO. Vizcarra es patronal y su agenda es el de la CONFIEP. Para la patronal
la reforma es clave para recuperar sus ganancias que se cayeron por el
enfriamiento de la economía. Como son incapaces (por el modelo que aplican) de
hacer crecer la economía la única opción que tienen es meter mano al bolsillo
de la clase obrera. Por eso necesitan la reforma con urgencia. Claro, ahora
están apelando al recurso de los ceses, cierres, no solución a pliegos, etc.;
pero un marco legal les permitiría arrasar con los sindicatos sin más. Por ello,
al silencio que imponen sus medios el
ataque empresarial en cada fábrica va a continuar, la CONFIEP presionará más
ante sus agentes del gobierno (a ellos no les importa que Vizcarra se queme)
y en la próxima marcha hasta pueden reprimir más. No esperemos nada bueno de
quien es nuestro enemigo.
Lo máximo
que puede hacer es invitar a la CGTP al “diálogo” en el que ya están la CAT,
CUT y CTP, como una maniobra para desmovilizarnos. Ninguna central, incluida la
CGTP, debería participar de un “diálogo” donde se pretende recortar derechos.
Es como si “dialogáramos” con nuestro verdugo sobre la manera cómo nos cortará
el pescuezo. El único diálogo que aceptamos es sobre nuestros reclamos y no sobre
el recorte de nuestros derechos. Se dice que participando en dicho “diálogo” se
puede bloquear cualquier acuerdo. Sí, pero eso no impide que el gobierno siga
adelante con su plan.
Además el decreto
ya está aprobado y aunque no se aplique ahora es una espada sobre nuestras
cabezas que dejarán caer en el momento que consideren propicio. Esta es la
experiencia con el DS 013-2014 de Humala que facilita la aplicación de los
ceses colectivos. En su momento salimos a movilizarnos pero no alcanzamos a
derogarlo. Entonces se decía “no se aplica”. Hoy, amparados en dicho decreto, más
de 20 empresas han aplicado ceses colectivos y otros se alistan a hacerlo. Por
eso el decreto 345-2018-EF tiene que ser derogado, y la movilización no debe
parar hasta que lo logremos.
¿Qué hacemos?
En
definitiva, necesitamos continuar la lucha hasta la derogatoria de dicho nefasto
decreto. Y no solo esto: hasta que se resuelvan los graves problemas que atraviesan
numerosas bases: ceses colectivos, cierre de fábricas, despidos, pliegos sin
solución, pase a planilla de los obreros y obreras del SITOBUR, etc. Es momento
de reconocer que nada podemos aislados y que los problemas que enfrenta la
clase obrera deben resolverse en el terreno político. Vizcarra todo el tiempo se
pronuncia sobre cualquier cosa que le suene “popular”. ¡Pero jamás se pronuncia sobre los graves problemas que atraviesa la
clase obrera! Con la movilización hay que exigirle que se pronuncie y que
los resuelva.
En esta perspectiva hay dos actividades cruciales en las
semanas que vienen. Uno es el Paro
Textil del 22 de enero, convocado contra la reforma laboral. En torno a
dicho paro debemos hacer el mismo esfuerzo por sumar nuestras bases para convertir
este paro en una nueva respuesta contundente de la clase obrera. La otra es que
la poderosa Federación Minera realiza el 8 y 9 de febrero una Asamblea Nacional
donde acordará el inicio de una Huelga
Nacional del sector, lo que sería una maciza respuesta obrera tratándose del sector más importante de
nuestra economía. Hay que enviar saludos a la Federación Minera (fntmmsp@hotmail.com).
Pero más que esto, necesitamos discutir la realización de un Paro Nacional. La patronal mira de
reojo nuestras movilizaciones. Pero solo responderán si afectamos sus bolsillos
con un Paro Nacional. Por eso hay que colocar en la agenda de nuestras
asambleas para discutirlo con nuestros compañeros y compañeras la preparación
de un contundente paro nacional.
Dicho paro, para que sea auténticamente obrero y popular, deberá recoger
las principales aspiraciones de nuestro pueblo, principalmente la lucha contra
la corrupción, en el que demandamos cárcel preventiva para todos los implicados,
y confiscación de sus bienes, principalmente de Odebrecht.
Tareas
Las tareas
inmediatas:
Primero. Hay que hacer asambleas en cada base
para balancear la actividad, fortalecer la explicación, dar más confianza a
nuestros compañeros y compañeras y convencer a los dudosos. Hay que llevar esta
información a las bases y sectores que no participaron, para sumar. En donde
sea posible y necesario, organizar charlas sobre la reforma de Vizcarra, como
lo hizo el Sindicato Molitalia con buenos resultados.
Segundo. Hay que seguir fortaleciendo las
coordinaciones de base, las asambleas de federaciones y de delegados. Afiatar
la organización obrera y los espacios de autoorganización son claves porque,
como hemos visto, ellos son los que garantizaron el éxito de la jornada.
Tercero. Hay que alistarse ya mismo para
participar con todo en el Paro Textil para convertirlo en un nuevo hito obrero,
y enviar saludos a la Federación Minera para alentarlos en la preparación de su
Huelga Indefinida.
Colofón
La oportunidad
es propicia para una pequeña reflexionar final. Ayer 15 se cumplieron 100 años
de la gran gesta (una huelga obrera del 13 al 15 de enero de 1918) con la que nuestros
bisabuelos conquistaron la jornada de 8 horas. Todo el siglo XX fue también de
grandes luchas obreras, con muertos, dolor y mucha sangre dejada en el camino, pero
que nos permitió conquistar la seguridad y salud en el trabajo, el derecho a
huelga, la estabilidad laboral, el seguro social, las vacaciones, las
utilidades, etc. Nada nos han regalado. La dictadura de Fujimori barrió con una
parte de estos derechos. Ahora el nefasto Vizcarra quiere acabar con el resto.
¿Es posible que 100 años después volvamos a nuestra situación de 1918? No es
posible. ¡No lo vamos a permitir, aunque
nos vuelva a costar más sacrificio y sangre!
Por ello, el
de ayer fue el mejor homenaje que pudimos haberle rendido a los 100 de esa gran
gesta obrera y a Portocarrero, Fonkén, Barba, los Lévano y a los líderes
obreros que la hicieron posible. Con una lucha unificada y con dirigentes decididos
al frente la clase obrera se abrió paso en la historia en los albores del siglo
pasado. Con ese mismo ejemplo, 100 años después, tenemos el deber de defender nuestras
conquistas. Así también temeos la misión de abrir un futuro mejor para nuestros
hijos y para nuestro pueblo. ¡Viva la clase obrera! ¡Sin luchas no hay
victorias! ¡Vizcarra y el Congreso la misma porquería! ¡Vamos compañeros y
compañeras, hasta la victoria!
✊✊✊
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