"La CGTP debe aprobar un Paro Nacional y un Plan de Lucha, ya"
Redacción de Red Obrera
ENTREVISTA CON MANUEL FERNANDEZ, DIRIGENTE DEL SINDICATO DE CELIMA
¿Qué balance haces de la lucha contra el DS 345-2018-EF?
ENTREVISTA CON MANUEL FERNANDEZ, DIRIGENTE DEL SINDICATO DE CELIMA
¿Qué balance haces de la lucha contra el DS 345-2018-EF?
Ha sido
importante. La masiva jornada del 15 con la presencia de numerosas bases
obreras, y el Paro Textil del 22 con paralización y movilización de una
veintena de fábricas, han sido hitos de una batalla que recién comienza.
Para ello ha
sido clave el rol que han jugado los dirigentes que se encuentran a la cabeza
de los conflictos: Cogorno, Sitobur, Celima, Molitalia, Hilandera, que luego de
coordinar y unificar las luchas contra los ceses colectivos avanzaron a
responder el anuncio de Vizcarra en CADE sobre la reforma laboral hasta ponerse
en la primera línea impulsando la jornada del 15 y apoyando el Paro Textil, convergiendo
con otros sectores.
La experiencia
demuestra que la base obrera sale a la pelea cuando hay una dirección decidida
y en la que deposita su confianza. Hoy no hay esa dirección sino solo
luchadores reconocidos que desde algunas bases o gremios como la Federación
Textil, hacemos esfuerzos por suplir ese vacío.
¿Qué ocurre con la central?
Han perdido
el norte. Se vieron obligadas a convocar la jornada del 15 e hicieron poco por
ella. Y ante el Paro Textil fue visible su falta de apoyo. Ahora convocan a una
Asamblea de Delegados para el 15 de febrero para definir qué harán en los
siguientes meses, mientras el decreto de Vizcarra pende sobre nuestras cabezas y
los ataques patronales crecen cada día.
El problema
de los compañeros es que no ven a Vizcarra con ojos de clase, es decir como un
gobierno patronal, sino con los ojos de las clases medias según el cual sería
progresivo porque combate al apro-fujimorismo.
El
apro-fujimorismo es tan enemigo nuestro como el sector que gobierna con
Vizcarra. Por eso la lucha contra la corrupción de unos no nos lleva a ocultar
la corrupción de los otros, y menos aún a dar apoyo al gobierno.
Una posición
de clase en el momento actual significa hacer nuestra la lucha contra la
corrupción con independencia de clase, es decir sin dar ningún apoyo al
gobierno y al contrario señalando su demagogia y responsabilidad en ese campo, al
mismo tiempo que definimos claramente que al ser un gobierno patronal es el
instrumento con el que la CONFIEP nos vienen atacando y con quien quiere
aplicar la reforma.
Con esa
orientación que empeña nuestra independencia se ha adormecido a los
trabajadores que creían que el gobierno de Vizcarra era progresivo y que si
algo malo había era producto del Ministro de Economía.
Ahora la
clase obrera está procesando esta experiencia y comienza a ver a Vizcarra como
lo que verdaderamente es: el gobierno de los empresarios.
¿Qué va a pasar ahora?
Hemos visto
que pese a la masividad de nuestras respuestas el gobierno no dice ni pío y la
gran prensa, que es patronal y que está de acuerdo con la reforma laboral, no
informa nada. Esto solo se puede leer de la siguiente manera: están decididos a aprobar la reforma laboral, y nuestras acciones aún son insuficientes para impedirlo. Es más. Como ven que la clase obrera comienza
a despertar van a tomar más represalias y producirán más conflictos, como las
represalias que se están tomando contra los textiles después del Paro.
¿Qué hay que hacer?
Más que
nunca hay que continuar la lucha. Ya no solo se trata del DS 345. Este decreto
es la punta del iceberg de un ataque más amplio y sostenido contra la clase
obrera que tiene la forma de ceses colectivos, cierres de fábricas, pliegos sin
solución y otros, como el incumplimiento del pase a planilla de la
Municipalidad de las obreras y obreros del Sitobur. Por eso, a la exigencia de derogatoria
de ese decreto agregamos estas otras demandas.
¿De qué forma debe continuarse la
lucha?
La primera es que la CGTP debe aprobar un paro nacional y un plan de lucha, ya. Con vistas a la próxima AND debemos
coordinar desde la base mociones a ser llevadas a dicha asamblea.
La segunda
es fortalecer el espacio creado por la Federación Textil y el Comité de Lucha
para que los sindicatos combativos nos sigamos agrupando para apoyar los
conflictos y preparar nuevas acciones contra el DS 345.
Todo esto
nos lleva a un tema de fondo. Se necesita dejar en mano de las bases y sus
dirigentes la organización de la lucha. Toda iniciativa de coordinación por la
base es señalada y condenada desde arriba como “divisionismo”, cuando esa ha
sido hasta hoy lo único que ha garantizado las pocas respuestas unificadas que
hemos producido. Ese señalamiento y persecución es la que divide, confunde y
desmoraliza. Por eso debemos defender que en el actual momento las Federaciones
y sindicatos base, tal como lo hemos hecho entre diciembre y enero, sigamos
tomando todas las iniciativas para coordinar y unificar la lucha. Solo así se
garantiza que los dirigentes más decididos y reconocidos tomen en sus manos la
organización de la pelea. Y solo así se garantizará la participación más amplia
de las bases obreras en las acciones que preparemos.
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